Parecía que el Real Madrid iba al King Fahd a montarse una bacanal con la victoria y al final le costó ser digno de ella. El endémico relax que da saberse superior suele darle algún susto a este equipo, solo que la sensación adquiere otra dimensión ante un rival que hace pocos años incendiaba el Bernabéu. Por su parte, el Barcelona, arrastrando la barriga por una temporada nefasta, encontraba en el desierto árabe agua para la ilusión con el fichaje de Ferrán Torres y el retorno de los niños coronados: Ansu y Pedri.
En 2020, el Gobierno -español- concedió 26 autorizaciones de exportación de armas (casi el 90% en munición y aviones, armas pequeñas y ligeras) a Arabia Saudí por valor de más de 215 millones €, pese al riesgo de uso en Yemen. AMNISTÍA INTERNACIONAL.
Ancelotti comenzó el partido con su Madrid atrás para invitar al Barça a que adelantara su bloque y poder agrietarlo al contragolpe. Xavi aceptó porque es el último devoto de la orden de Cruiyff: balón y presión. Y la confirmación del estilo se realiza sometiéndolo a pruebas como esta, entrando en trampas a sabiendas. Los primeros 25 minutos fueron del Real Madrid, que eludía a su rival a través de Modric y lo amenazaba con Vinicius. Es cierto que el Barcelona apretaba arriba, pero Mendy solía escabullirse del flácido Ferrán, Gavi patear a Kroos sin opciones de crear y Luka quebrar y repartir con la lucidez habitual.

Vinicius, por su parte, sigue mutando. Cada vez mira más al centro para combinar, asistir y buscar la espalda de los centrales. Creo que al principio por cansancio y después por la efectividad de sus nuevos desempeños, el brasileño dejó hace unos meses de arreciar con el balón por la línea de banda para cederlo y llegar al área sin transportarlo él mismo. Si antes era exclusiva amargura de su marcador, hoy expande su demonio a muchas víctimas. Así asistió un par de veces para el disparo preferido de Asensio, rompió a la espalda de Piqué (central izquierdo) para aguarse frente a Ter Stegen y marcó su gol superando en cilindrada a Araújo (0-1). Lo que antes eran agujas escuálidas de una brújula rota, esta temporada se han convertido en interiores seguros, picaditas al portero y, como en este caso, aguijonazos con la pierna mala. 15 goles ya, los mismos que en sus tres años anteriores.
Se calcula que, a marzo de 2020, más de 233.000 yemeníes habrán perdido la vida por culpa de los combates o de la crisis humanitaria. Mientras, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha documentado más de 20.000 civiles muertos y heridos por los combates desde marzo de 2015. AMNISTÍA INTERNACIONAL.
El Madrid sacó el champán y con los vapores del agua caliente no vio que un mosquito se le había metido en el Jacuzzi. A la espera de la rehabilitación de los duendes Fati y Pedri, lo más fantástico que tiene el Barsa en ataque es Ousmane Dembelé. Y, mientras se dirime su renovación en los despachos y se enjuicia su profesionalidad en los medios, el francés agarró el partido por el pecho. Desde su periferia monopolizó la mejora del Barça seduciendo a los De Jong: facilitaba las decisiones de Frankie y flotaba centros hacia Luuk. En el mismo minuto 40, Dembelé recortaba a dos madridistas en el área para toparse con la bota de Modric y luego ponía un centro corto con su zurda que acababa, tras varios rebotes, en el empate de Luuk De Jong (1-1).
En marzo comenzó ante el Tribunal Penal Especializado un juicio masivo contra 68 palestinos, jordanos y saudíes por cargos falsos formulados contra ellos en aplicación de la Ley Antiterrorista. Dos de ellos —Mohammed al Khudari y su hijo, Hani al Khudari— estaban acusados de “unirse a una entidad terrorista”, denominación empleada para referirse a las autoridades de facto de Hamás en Gaza—. Ambos estuvieron en situación de desaparición forzada el primer mes de detención y permanecieron dos meses recluidos en régimen de incomunicación y aislamiento. Desde su detención, no tuvieron acceso a defensa letrada en ningún momento. AMNISTÍA INTERNACIONAL.
El gol es para mí un error de Militao, que intenta despejar con sentido hacia Modric o Asensio y se encuentra con De Jong de por medio. Hay futbolistas que pueden rendir a medio gas o que saben optimizar su falta de plenitud. Militao no es uno de ellos y requiere de su máxima intensidad para no incurrir en delitos futbolísticos como el del día de Getafe o el de ayer.
...al bloguero Raif Badawi, condenado en 2014 a recibir 1.000 azotes; a 10 años de cárcel, seguidos de la prohibición de viajar durante otros 10, y al pago de una cuantiosa multa por “insultar al islam” y crear un foro de debate en Internet. AMNISTÍA INTERNACIONAL.
Xavi quiso continuar con la ascendente inercia blaugrana en la segunda parte y quitó al inocuo Ferrán por Ez ahí me has pillado Abde y a Frankie De Jong por Pedri. Entre que el holandés no acaba de adquirir empaque, que Gavi lucha como en el apocalipsis y que el entrenador del Barça tiene querencia por La Masía, no me extrañaría que veamos muchas más veces la dupla de interiores Pedri-Gavi. El primero volvió profundo y percutió con peligro dos veces a la espalda de Militao, desmarque inédito hasta entonces.
Del agobiado lado madridista, Asensio desaparecía, Modric le peleaba la posesión al rival y Vinicius seguía molestando. Le sacaba una amarilla a Alves y luego más colores con un regate de anguila sin tocar la bola. Serían Benzema y su estatus de jugador omnisciente capaz de contrariar la narrativa de un partido los que pusieron en ventaja, de nuevo, al Madrid. Primero pivotando con finura de espaldas y ajustando al palo como ante el Valencia, solo que esta vez acertando a la madera. Luego buscando con tibieza la escuadra izquierda de Ter Stegen después de que Mendy probara, por fuera y por fin, a Dani Alves. Y, acto seguido, no llorando la parada del portero blaugrana y buscando de nuevo su rechace a un centro de Carvajal, rematando a gol (1-2). Karim suele gozar de su libertad para crear. Hoy lo hizo para decidir.
...miles de migrantes etíopes, entre los que había mujeres embarazadas y niños y niñas, fueron recluidos arbitrariamente y en duras condiciones en al menos cinco centros de detención del país. Denunciaron falta de comida, agua, atención médica, instalaciones sanitarias y ropa suficientes. Estaban hacinados en celdas, de las que no podían salir. No se abordaban las necesidades específicas de las mujeres embarazadas y madres lactantes. Los niños y niñas recién nacidos, bebés y adolescentes estaban recluidos en las mismas condiciones terribles que las personas adultas. AMNISTÍA INTERNACIONAL.
Pero nada, excepto el marcador, cambiaba mucho. El Barça seguía obcecado ya con Ansu Fati olfateando por el campo y Busquets buscando pases a la espalda de los laterales contrarios. La falta de exactitud de la que se le acusa al mediocentro no solo viene dada por el endurecimiento de los años, sino porque frecuenta más el pase ofensivo que el de seguridad. Ante la pérdida del control absoluto de la era de Guardiola y el crecimiento de la entropía en el sistema, Busquets se ha visto arrastrado y acelerado a direcciones contrarias a su naturaleza. Y por lo visto ayer intuyo que, con Ferrán en el campo, Xavi le pedirá que asuma ese riesgo y Sergi tendrá que reafinar su instrumento.
Si Busquets dejaba frío a mucho aficionado al Barcelona, Casemiro crecía en todo el mediocampo cuando la batería de Kroos y Modric bajaba. De hecho, Ancelotti sentó a Luka y puso a Valverde para que no se resintiera el contragolpe. Pero si la entrada del uruguayo y la aplicación del brasileño contribuyeron al hermetismo de su defensa, la flojera de Militao por arriba la destruyó. Otro centro lateral y, allí donde De Jong no había acertado, Fati demostró su ángel (2-2). Aún tendrían que aparecer Courtois, con su amplitud salvífica, y Nacho, para evitar la remontada del Barça con una estirada magnífica. Los jugadores del Madrid celebraban abrazándose las ayudas de unos a otros.
La “homosexualidad” siguió estando prohibida -en el 2021- en Arabia Saudí y era punible con flagelación y cárcel. En julio, el defensor de los derechos de las personas LGBTI Mohamed al Bokari fue condenado a 10 meses de prisión, seguidos de deportación a Yemen, por cargos relativos a vulnerar la moral pública, promover la homosexualidad en Internet e imitar a las mujeres. AMNISTÍA INTERNACIONAL.
Mención aparte, como resalta la crónica de Juanma Trueba, merece la acción de Ferland Mendy en el 85. Ya suele torturar los nervios de su grada con esos pases con su pierna mala que cruzan sobrevolando toda la línea defensiva hasta el lateral derecho. O cuando no ve una salida clara de pase y se da la vuelta hacia su córner anteponiendo su culo a la presión del extremo rival. Por suerte para él y para su equipo, si arriesga en esas circunstancias de salida es porque esa es su extraña manera de solventarlas. Y casi siempre tiene éxito. Pero ayer cruzó algún límite de congelación de glóbulos rojos cuando, dentro de su propia área, decidió trazar unas comillas angulares con sus Adidas Predator Freak.1 (Aquí la traducción del nombre de las botas). Como muchas veces, su falta de claridad en la salida del balón hizo que el contrario se le echara encima. Reculó hacia su portería para esquivar a Pedri y luego tuvo que recortar con el exterior en unos exactos 90 grados, porque allí se topó con Ansu. Y aún falto de riesgo, hizo el recorrido inverso mudando la ruleta de Marsella a Meulan-en-Yvelines cuando Pedri volvió a por él. Mendy se metió en una cárcel y salió con el balón conducido, mientras fundaba un sonido nuevo entre aplaudir, gritar, suspirar, jurar y sollozar.
Desde mediados de 2018 decenas de mujeres han sido perseguidas y encarceladas por defender derechos humanos tan básicos como, por ejemplo, el derecho a conducir. Unas detenciones a las que se suman juicios injustos, informes de tortura, agresión sexual y otros malos tratos por parte de las autoridades. AMNISTÍA INTERNACIONAL.
La prórroga exageró el mismo precioso cuento de fútbol que habíamos visto hasta entonces. El Barcelona salió a achicar al Madrid más que nunca y le cayó la contra más multitudinaria de los blancos. Esta vez fue el fuelle de Casemiro el que dirigió la contra hacia Rodrygo, que se escoró peligrosamente cuando al área llegaban Vinicius, Benzema, Valverde y el propio Casemiro. Rodrygo cruzó bien el pase al corazón del área y Vinicius la dejó pasar, en un amago que pareció amenazar a sus compañeros más que a Araújo o a Ter Stegen, que no se inmutaron. Valverde resolvió sin tropezarse con Benzema ni con Araújo (2-3). Quiso celebrar la victoria como Messi antaño, quitándose la camiseta para enseñar su nombre y dorsal, pero le quedó mucho menos icónico de la emoción.

La agonía del partido fue una serie de contras falladas clamorosamente por el Madrid. Benzema languideciendo pases definitivos, Casemiro jugándose vaselinas, Camavinga sin enterarse y Rodrygo recordando a Drenthe. Caro pudo costar ese cansancio si Ansu Fati, en la última desesperación colgada al área madridista, llega a rematar de chilena. Pero, aunque haya heredado su número, aún le quedan por aprender algunos heroicos poderes del Dios.
Amnistía Internacional denuncia la continuación de graves violaciones de derechos humanos en este país, en particular hacia las mujeres y las personas LGTBI, por lo que envió la semana pasada, tanto a la Federación como a los cuatro clubes que disputarán este torneo, unos brazaletes de color violeta con la propuesta de que los usen en sus partidos y en cualquier comparecencia pública. AMNISTÍA INTERNACIONAL.
One reply on “Barça 2 – Madrid 3. Blanco saudí.”
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